Destaco que no es un posteo de humor, es para no olvidarme de éste año del orto.
En lo personal éste fue un año de mierda.
Fue el año de menos sonrisas, pero de muchísimo aprendizaje.
Aprendí que los años de mierda te enseñan, y te enseñan un
montón.
El cambio de gobierno fue el primer golpe, y por mas que a
muchos les cause gracia este comentario, después de 12 años, convertirme en oposición
fue difícil, entender que la gente quería “otra cosa” mejor o peor, pero quería
otra cosa, una distinta a la que a mi me representa, fue y es difícil. Ahora
entiendo que jodido debe haber sido para ellos convivir 12 años con un gobierno
que no los representaba, por supuesto para los que les interesa la política, o
para los que creemos que las decisiones políticas te condicionan para bien o
para mal la forma de vivir, para el resto entiendo que no es tan grave el
gobierno de turno.
Así arranqué el 2016, en la tapa de un diario, llorando
junto a otros militantes que se sentían igual que yo.
Poco después se vendría otro gran acontecimiento, mudarme, y
no solo de casa, también nos mudamos en el trabajo, una mudanza moviliza y
agota a cualquiera, 2 mudanzas mucho mas.
Después se vinieron nuevas funciones en el trabajo, llegaron
como llegan las nuevas funciones, rápido, de repente, casi sin darte cuenta, y
vos que todavía sos la de antes te preguntas si vas a poder estar a la altura,
no lo sabes, vas aprendiendo, todo el mundo te aconseja, pero vos tenes que
decidir sola, de eso se trata, de decidir, de hacer cintura para que las
resistencias no te afecten, que los nuevos enemigos no te jodan tanto, pero te
afecta igual, porque vos sos todavía la de antes, y creo que ahí está la clave,
ser la de antes pero decidir, ser la de antes pero haciendo cintura, ser la de
antes pero estar a la altura de las circunstancias.
Mientras tanto las cosas siguen pasando, y casi sin darte
cuenta se muere el abuelo, el abuelo que creíamos eterno, lo llevas con mucha
fuerza, porque tenés que estar fuerte para los demás.
Conocí mucha gente este año, gente de mierda.
Después te separas de una relación de 8 años, y también la
llevas con mucha fuerza, porque te interesa mas la otra persona que vos mismo, después
de todo vos tomaste la decisión.
En el medio te enamoras y desenamoras con muchísima facilidad,
pero los 8 años que no pudieron ser 9 de alguna manera te condicionan, caes en
comparaciones, te arrepentís y te enojas con la decisión que tomaste... Meses después viene la revancha del lado de la reconciliación, pero no importa, la pasaste como el orto casi todo el año.
Te das cuenta que no es tan grande el lazo que tenés con la
familia, que de gran parte de las cosas que te pasaron no se enteraron.
En el medio cumplís años, un cumpleaños diferente, soltera,
enojada, cansada, arrepentida, tratas de que pase desapercibido, pero nunca
pasa desapercibido.
Toda la maraña de cosas te afecta directo a la salud, asique
pasas el año entre anginas y contracturas.
Entonces llega diciembre y te encontrás con que no lloraste
a tu abuelo porque estabas preocupada por el resto, que la gente de mierda que conociste
te jodió mas de lo que creías, que no cortaste del todo con tu relación, que
las complicaciones del trabajo te afectaron, que los nuevos enemigos te desgastaron
un montón, que te sigue pesando esa tapa del diario, que no hiciste nada para
fortalecer la relación con tu familia, que te tomaste muy poco tiempo para reír,
porque estabas dándole mucha (quizás demasiada) entidad a las complicaciones,
pasaste poco tiempo con tus amistades porque estabas muy cansada, y en
definitiva, las amistades verdaderas son siempre una salvación, son las que podrían
haber hecho que te rías mas.
Aprendí que diciembre es el mes para soltar, de algo tiene
que haber servido un año de mierda, tenes que haber aprendido, al menos de las
malas experiencias para ser diferente la próxima.
Este año conocí mis debilidades pero sobre todo mis
fortalezas, fue un año de mierda, pero de mucho aprendizaje, aprendí a
planificar, y tengo planeado pasarle por encima al año que viene!
Para ponerle una cuota de humor, los últimos días que le
quedan a diciembre los pienso atravesar comiendo.
Hasta nunca año de mierda!