lunes, 25 de julio de 2016

La travesía de volver a casa con lluvia



Mayormente cuando te volves a casa con lluvia estuvo todo el día (mientras estabas en la oficina) nublado, con viento amenazante pero no llovía, ahora bien, se hizo la hora de que vos pongas un pié en la calle y todas esas amenazas llegaron en forma de lluvia torrencial.
Yo soy de esas personas que nunca está preparada para la lluvia, me sorprende en tacos, sin campera, sin paraguas, pantalón blanco, bikini, maquillaje artístico (¿), cartera marrón, pelo planchada, camisa blanca + corpiño negro, absolutamente todo lo que no tenes que tener cuando llueve.
Hoy no fue la excepción, zapatos, cartera marrón, y por supuesto sin paraguas (además llevaba mal humor, que es LETAL para un día de lluvia)
Cuando salí pensé en que tan malo no iba a ser, tenia zapatos, pero de charol y campera con capucha, pero bueno, estaba de mal humor, eso restaba bastante a la travesía que estaba por vivir, y tomo como “travesía” a los días lluviosos porque desde que aprendí a caminar que me caigo siempre que llueve.
Los taxis se meten adentro de la tierra cuando llueve asique no voy a reparar en eso. Caminé cuidadosamente 3 cuadras hasta la parada del bondi que me deja a 1 cuadra de casa, y digo cuidadosamente porque los zapatos eran de charol pero se resbalaban en cierto tipo de baldosas, con lo cual iba rápido en las que podía y más lento en las que no, me sentía orgullosa de mi manejo de la velocidad.
Me subo al bondi, me equivoco de bondi, porque no se puede caminar bajo la lluvia con anteojos, me lo tomé con calma y me sentí agradecida de no haberme subido al camión de la basura, (siempre rápidamente hay que pensar algo peor como consuelo)
Me bajo a 5 cuadras de mi casa (por supuesto la lluvia mermó mientras estaba en el bondi y arrancó copiosamente en mi parada) y empiezo a caminar cuidadosamente entre los obstáculos que te pone la lluvia cuando tenes zapatos altos. 
Llego al edificio, empiezo a subir feliz de haberle ganado a la tempestad, y me resbalo en el escalón anterior a la puerta de mi domicilio, me caigo sobre una planta (mi planta) me embarro, se embarra mi cartera marrón y mi Mariana interior me dice “Otra vez te ganó la lluvia infeliz”